Desde finales de los años 80, la ciudad de Arrasate ha perdido un vínculo muy especial con el río Aramaio. El soterramiento del río provocó una pérdida de contacto con la naturaleza y en consecuencia, una excesiva urbanización de la zona.

Bihurgune  (meandro en euskera)  busca recuperar de manera simbólica el trazado del río Aramaio, rescatando el contacto con la naturaleza y con la vegetación. Como si de la ribera de un río se tratase, mediante geometrías orgánicas, se generan espacios de descanso y de juego, que conviven con zonas de tránsito peatonal, con el carril bici y con franjas de vegetación.

Dentro de este gran eje verde que cruza Arrasate, aparece como un gran meandro el acceso a Monterrón. Una suma de curvas sinuosas asciende y se eleva topográficamente para conectar de forma natural y accesible, la explanada con el parque.

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